lunes, 23 de junio de 2008

Chin chin


Acabé tirado en un parque.

Me salté las horas de escuela. Me aburrían. Me contaban el pasado, me hablaban del presente y me decían como sería mi futuro. Mentían.

Yo seguí acariciando los besos de una botella, más de mil veces, o eso quería creer.

Quería creer también que cada una de mis palabras sería poesía para tus ojos.

Está lloviendo otra vez, y de repente, el verano.

No puedes entenderme.

No sé si es que me falta, o es que a ti te sobra algún pedazo de mí, porque te lo has llevado, haciéndome creer que volverías.

Debe ser tarde, me voy a casa.

Por el camino, los mosquitos pueblan las farolas que pasan la noche en vela hasta que sale el sol, no se acuestan. Yo me muero por dormir a tu lado.





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